Lo que suelo denominar comúnmente como "los problemas del directo". Son cosas que pueden llegar a ocurrir y que a nadie jamás se nos ha pasado por la cabeza que pudieran suceder. Pero ahí está... Estuvo a punto de pasar.
El buen hombre quiso buscar su pequeño momento de gloria. Consideró oportuno que ahí estaba bien, que hasta ahí debía de llegar. Con paso firme, pausado y decidido. Con la naturalidad que se desprende de los sin complejo con un fin más que preclaro en su mente. Y es que ya no quedan espontáneos como los de antes...
